domingo, 19 de julio de 2009

COMO JUGAGA MI ABUEL@

El juego tirar de la soga.
Diferentes grupos de nin@s jugando.
Pequeño demostrando su habilidad y dominio.
Jugando al escondite inglés.
El niñ@ debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deberán estar orientados hacia fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho. ( Declaración Universal de los Derechos del Niñ@ ).

Los juegos tradicionales han formado parte de la cultura del pueblo, son transmitidos desde tiempos lejanos de padres a hijos. Debemos ser capaces de conservarlos porque son patrimonio de todos.
Juegos de pelota.
Jugando al quemado.
Los más pequeños disfrutaron y compartieron juegos.
La gallinita ciega.

Pequeño con los ojos vendados jugando a la gallinita ciega.
El juego ha constituido un conjunto de actividades que implicaron placer, alegría, ocupación del ocio, también deporte.
El juego es una necesidad fisiológica y sociológica en los niños, tan necesaria como el comer o el dormir. Es una manera de relajar su tensión. Quien de pequeño no juega con sus amig@s, difícilmente será un niño sociable que se comporte y acepte reglas sociales de mayor.
Los juegos son fiel reflejo de cada sociedad. El juego constituye la actividad propia para la construcción de la personalidad, ya que le permite satisfacer necesidades de acción y expresión, además de ayudarle en el desarrollo de facultades físicas y anímicas. Posibilita el orden afectivo, moral y social. Con su práctica, el niño alcanza habilidades psicomotrices como la agilidad, el equilibrio, la rapidez de reflejos. Jugar es señal evidente de salud, no sólo física sino también mental. Como consecuencia de todo ello, el juego contiene importantes valores educativos y morales.
Jugando al tradicional castro.
El castro.
Jugando a la comba.
También hubo carreras de sacos.
Carreras de sacos.
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Carreras de sacos.
El juego de las manzanas.
Las risas estuvieron aseguradas con este juego.

Ayudando a sus compañeros a comer la manzana.
Los juegos tradicionales se realizaban sin gastar mucho dinero. Se llevaban a cabo con pañuelos o trapos o con materiales que presenta la naturaleza como piedras o huesos de animales, palos... Además, los juegos tradicionales son respetuosos con la naturaleza.
Por otro lado, los juegos tradicionales nos sirven de ayuda en la difícil tarea de transmisión de principios culturales básicos.
Yo, como Agente Dinamizador y Educadora Social, trato de promover valores que lleven a la participación grupal y, considero que los juegos tradicionales eran y son ideales para ello, por eso, lo que intento es que el inevitable paso del tiempo no borre y haga desaparecer para siempre estos juegos tradicionales, y ya que se hallan en un momento de claro declive y, muchos de ellos se encuentran próximos a su desaparición u olvido, creo que es una tarea fundamental seguir transmitiéndolos.
El tradicional juego de la rana.
Niños jugando a la rana.
Demostrando su punteria en el juego de la rana.
Practicando su habilidad en el tradicional juego del aro.
Jugando a las cartas.
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Agradecimientos: Deseo finalizar esta jornada de transmisión y recuperación de juegos tradicionales, agradeciendo a diferentes personas la ayuda incondicional que me han brindado. Comenzaré por Andrés, gracias por prestarme la rana, a Leandro por confecionarme y regalarme un aro con su guía, a Germán por hacerme un poche y un carro, a su hermano Juan por traerme bogallas y darme idea de algún juego, a José, padre del aguacil, por darme la idea del chito y del poche, a Joaquina por dejarme las mesas y las sillas, a Juan Antonio, alias "Bansai" que hizo de fotógrafo desinteresadamente en algún que otro juego.
Por otro lado, mi agradecimiento a la Casa del Parque de Sobradillo por su colaboración. Y, como no podía ser menos, a todos los niños y niñas que participaron con muchas ganas e ilusión, y a las madres, padres y abuel@s por traerlos, ya que sin ellos no hubiera podido llevarse a cabo dicha actividad.